Más rigurosamente
denominados glúcidos, los azúcares son principios inmediatos orgánicos en cuya
composición figuran el carbono, el oxigeno y el hidrogeno. Sus funciones
principales en los seres vivos son energéticas y estructurales. Algunos pueden
contener fosforo, nitrógeno o azufre; en este caso la función suele ser más
concreta, como, por ejemplo, formar parte de los ácidos nucleicos, etcétera.
La glucosa es un
glúcido muy sencillo. La célula los usa como combustible a fin de obtener la
energía necesaria para realizar sus múltiples actividades en un proceso
denominado respiración celular.
Varia moléculas de
glucosa se pueden unir o polimerizar, dando lugar a glúcidos de mayor
complejidad.
El almidón es un
polímero de la glucosa y constituye la reserva de esta en células no necesitan
en un momento dado se almacena como almidón.
El almidón es casi el
único componente del pan, las batatas o arroz. Se dice que estos alimentos
engordan, y esto es así porque el organismo convierte en grasa los glúcidos que
le sobran.
El glucógeno es un
polímero muy parecido al almidón, que constituye también una reserva de
glucosa, pero en este caso en las células animales. Se almacena en el hígado y
en los músculos.